HISTORIA INCONCLUSA DE VILLAREJO DE MEDINA
AÑOS 900 – 1.100
ERMITA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN
Versión:1.01
INTRODUCCIÓN
El tipo de edificaciones de iglesias y ermitas siempre ha estado condicionado a la situación del entorno político, social, artístico y sobre todo religioso. De ahí que encontremos, en según qué época y momento, iglesias muy ricas en ornamentación y otras muy pobres y sobrias, sin elementos de adornos externos y sin apenas ventanales, incluso a veces sin signos externos que las identifiquen con edificios religiosos.
Los estilos arquitectónico de los edificios religiosos han ido cambiando a lo largo de los siglos dependiendo de muchas variables: culturales, artísticas de la época, tendencias del momento, la económica, política, las creencias, etc. Todo esto hace que a veces, todas estas mezclas culturales hagan difícil el establecer el estilo arquitectónico de una construcción. Este podría ser el caso de la Ermita de la Inmaculada de Villarejo de Medina. Según diferentes expertos en arquitectura religiosa, y algún que otro lego leído, esta ermita se acerca mas al estilo románico que a otros muchos que en ocasiones se diagnostican sin muchas aportaciones.
La identificación del estilo arquitectónico de la ermita se deja para los expertos y en este trabajo, solo se hace referencia a aquellos aspectos, que desde una visión totalmente aséptica, se pueden observar a simple vista.
En principio habría que plantearse si la denominación de ermita se ajusta a la realidad del momento de su construcción. Si miramos el diccionario de la Real Academia Española, nos dice que se entiende por ermita una capilla o santuario, generalmente pequeño, situado por lo común en despoblados y que no suelen tener culto permanente. Normalmente dedicados a una santidad.
En este caso, en Villarejo, cumple casi todo menos el estar fuera del pueblo, al menos en la actualidad, lo que no quiere decir que en el momento de su construcción, los terrenos en los que ahora se encuentra, estuviesen apartados del núcleo de población, y que esta, el pueblo, estuviese limitado a lo que ahora se denomina barrio de arriba.
Por otro, lado el tamaño también puede ser cuestionado si no tenemos con qué comparar. En el caso de Villarejo se podría hacer la comparación con la iglesia actual, pero ésta, según los expertos, se construyó siglos más tarde que la ermita, lo que
hace que en el momento de su construcción no había elemento de comparación.
Hay otro dato a tener en cuenta, la ermita, siempre según los expertos, se construyó entre los siglos XI y XII, época en la que se estaba llevando a cabo la reconquista por parte de Alfonso VI de la zona denominada por los árabes como Marca Media, época en la que se estaban repoblando los pequeños núcleos de población creados en su momento por los bereberes para la
instalación de torres y atalayas de defensa e información.
Villarejo tiene atalaya y por lo tanto tuvo población bereber, supuestamente desde el momento de su creación y al menos durante dos siglos. Lo que no está claro es si estos se quedaron o marcharon. Es de suponer que la mayoría se quedó, tras los
mas de doscientos años de permanencia, (ver capítulo Nacimiento de Villarejo de Medina)
Ante todo esto, surge la siguiente pregunta: ¿Serían los primeros pobladores cristianos de Villarejo los que que como reafirmación religiosa, construyesen la ermita como elemento de culto y dado el reducido núcleo de población del momento la
hiciesen de pequeño tamaño?
Como curiosidad añadida hay que tener en cuenta que la ermita es del pueblo, es decir, se construyó posiblemente con las
aportaciones de los vecinos, mientras que el actual templo parroquial, Santa María Magdalena, no se sabe con qué dinero
se construyó, pero sí que es de la Administración de Iglesia.
ANTECEDENTES
Existen iglesias y ermitas de cabecera trebolada como la de Villarejo, con nave principal dividida en dos tramos y que desemboca en un crucero por el presbiterio, pero muy pocas tienen sus características. Este tipo de “formación al este”, se denomina cabecera trebolada, triconque o trícora.
Con carácter general su planta es de nave rectangular cuya cabecera consta de de tres ábsides semicirculares de idénticas
dimensiones.
Este tipo de plantas de iglesias y ermitas tienen múltiples nombres en función de las diferentes teorías arquitectónicas.
Sus tres ábsides semicirculares y su planta rectangular, aunque corta, nos da píe a compararla con varios tipos de
denominación arquitectónica:
PLANTA ROMÁNICA. Por sus tres brazos en la cabecera.
PLANTA TREBOLAR. Por su forma parecida a un trébol.
PLANTA TRIKONCHO. Estilo bizantino y vistas en la zona de Turquía. Triconcha sería en castellano.
PLANTA TRILOBULADA. Por sus tres lóbulos semicirculares.
PLANTA CRUCIFORME. Forma de cruz.
La ermita de Villarejo se podría asemejar a cualquiera de los tipos de plantas referenciadas anteriormente, sin embargo, el que su planta esté circunscrita en un espacio cúbico de lados regulares, la distingue de casi todas ellas. El hecho de que sus tres ábsides sean semicirculares y de idénticas medidas, también la distingue de las demás.
Este tipo de planta coincide así mismo con un tipo de edificación que en el siglo III se denominaba”Cella memoriae”. Estas ermitas estaban dedicas fundamentalmente a enterramientos y lugares de honor.
En el caso de la ermita de Villarejo de Medina, se desconoce si existe o ha existido cripta de enterramientos en su interior.
El tipo de planta de la ermita de Villarejo de Medina, es cruciforme, pero a diferencia de las iglesias y ermitas de cruz
latina, que tienen un brazo más largo que otro, esta es de tipo cruz griega atrofiada, es decir con los cuatro brazos son iguales
pero más cortos.
El tipo de construcción es de mampostería revocada con arena y cal, con cadenas en las esquinas de la parte frontal, es decir,
pilares de sillería de diferentes tamaños y de características irregulares, no todas tienen el mismo tamaño y su elaboración
es ruda, de piedra de arenisca roja de la zona.
Ejemplo de las primeras iglesias románicas.
Iglesia del Priorato de Saint-Martinde-Londres data de 1088.
UN POCO HISTORIA
La ermita de Villarejo de Medina, es muy probable que esté construida con posterioridad al mandato musulmán habido en la
zona durante la Edad Media, y levantada, posiblemente, de forma inmediata a las fluctuaciones de las fronteras musulmanas y cristianas en aquellos momentos, lo que significa que su construcción puede estar entre las siglos X y XII, aunque por sus características arquitectónicas podría estar más cercana a principios del siglo XI.
Diferentes autores la definen como de planta románica y datada en el siglo XII.
Hay algún autor que plantea la hipótesis de que la ermita esté levantada sobre alguna ruina romana, fundamentación esta en
la proximidad de calzadas y poblados romanos por la zona. Ahí queda como hipótesis.
ESTILO DE CONSTRUCCIÓN
Tal como ya se ha dicho, la ermita está construida sobre planta de cruz griega atrofiada, forma una cruz de cuatro brazos de las mismas medidas El estilo de construcción tiene características muy singulares y difíciles de encontrar en otros lugares, incluso en otros tipos de ermitas e iglesias.
La ermita está circunscrita en un cubo, de medidas aproximadas de 13 metros de lado, esto significa que tiene, aproximadamente, las mismas medidas de ancha que de larga que de alta.
La orientación de la ermita, en su eje central, es Este-Oeste, con el presbiterio al este, como ordenaban los cánones
arquitectónicos en la construcción de los templos católicos de la época.
Si tenemos en cuenta que el lugar por el que el sol aparece por el horizonte, por el Este, varía unos grados según la etapa del
año, y que solo en los equinoccios sale exactamente por el Este y se pone por el Oeste, y que en los solsticios, el lugar de
aparición se aleja del punto cardinal, y sabiendo que el eje principal de la ermita de Villarejo, Este-Oeste, tiene una derivación aproximada de 5º, podemos afirmar que el planteamiento para su construcción se hizo en los meses de octubre-noviembre.
Otra teoría de las desviaciones del eje principal de los edificios religiosos era fijarse por donde salía el sol el día de la festividad
de la santidad venerada en el pueblo o de a quien se dedicaba la iglesia. Según esta teoría, y teniendo en cuenta que la
festividad de la Inmaculada Concepción en España fue proclamada en el año 1.585 como patrona de la Infantería y a nivel nacional, se celebra desde 1.644 instaurado por el rey Felipe IV, la teoría del desvío del eje en la ermita de Villarejo, no encaja con nuestra ermita, ya que para esa época ya estaba construida.
TIPO DE PLANTA
La ermita cuenta con cuatro ventanas. Una en el centro de cada uno de los ábsides y otra en la pared frontal de entrada.
Las ventanas de los ábsides, están muy altas y son pequeñas.
Este tipo de ventanas era típico del románico de la Edad Media, por varias razones, una de ellas era por seguridad ya que a
menudo eran víctimas de ataques, saqueos y robos, además de servir como protección para los vecinos del pueblo. Otra de
las causas era para mantener la temperatura del interior, que al igual que el grosor de los muros, permitía el mantener una
temperatura mas constante, menos fría en invierno y menos calurosa en verano. Y por último y no menos importante, era
que cuantos menos huecos y más pequeños, la construcción era más fácil.
La ventana del frontal si bien es un poco más grande que las demás, se nota que está reformada con posterioridad, su
configuración no es la misma que las otras y los materiales usados tampoco, por lo que es muy posible que en su origen
fuese del mismo tamaño que las otras.
La puerta es relativamente pequeña, de estilo trilobulada, muy simple y está compuesta por 5 dovelas lobuladas formado tres
pequeños arcos sujetos por piedras de sillería de arenisca roja.
La puerta de madera actual, está retranqueada hasta la parte interior del muro perimetral, formando un pequeño pórtico.
Es difícil encontrar ermitas con tres ábsides semicirculares inscritas en un cubo. En la búsqueda tanto a nivel nacional
como europeo solamente se han podido encontrar tres ermitas de semejantes características y una iglesias de la que
únicamente quedan lo ábsides: la ermita de Huelves (Cuenca), la Ermita Mausoleo de Llanes en Albendea (Cuenca), la ermita
de Nuestra Señora de los Dolores de Monflorite (Huesca) y la ermita de Villarejo.
Figura 1: Ermita Mausoleo de Llanes, Albendea,Cuenca
Figura 2: Ermita Virgen de la Cuesta, Huelves, Cuenca
Figura 3: Ermita Virgen de la Cuesta, Huelves, Cuenca
Dentro de las ermitas de estilo románico, se encuentran muchas de tres brazos, incluso que sus tres brazos terminen en
ábsides pero, o no son semicirculares, o son de diferentes medidas y sobre todo no tienen la correlación de dimensiones
de la de Villarejo.
La ermita de Villarejo, según diferentes autores es de tipo románico con reminiscencias bizantinas, aunque en nuestro
caso, se podría clasificar como románica, pero…
Son varias las características que no coinciden con esa clasificación, la puerta de entrada demasiado pequeña y simple, los ábsides idénticos, la planta central corta, el tipo de construcción con gruesos muros de sillarejo de caliza trabado
con mortero de cal, curiosamente igual que las construcciones árabes de la época, su escasa decoración externa, …
No obstante el tema de la clasificación arquitectónica la dejo para los expertos.
Entre las diferencias encontradas de las ermitas mencionadas y la de Villarejo, se puede hacer referencia al tipo de construcción
de la ermita de Llanes, de piedra de sillería, la de Huelves que también de mampostería, muy parecida a la de Villarejo pero
no tiene la nave de la entrada y la de Monflorite, de piedra de sillería, además de la diferencia en el tipo de construcción, la
falta parte de la nave central que era mucho más larga que la longitud de los brazos.
Figura 4. Ermita de Nuestra Señora de los Dolores, Monflorite (Huesca) Foto: Silvia Arilla Navarro
PARTES DE LA ERMITA
OBSERVACIONES
ABSIDES
Los ábsides de la Ermita son, en su forma exterior semicónicos, y abovedados en cuarto de esfera en su interior.
Los ábsides están formados por arcos abocinados con nervios unidos en los rosetones centrales y apoyados en las columnas
centrales.
Los ábsides de la zona norte y sur, así como en el la bóveda de cañón del pie de la ermita, tienen una pequeña ventana muy
simple de forma saetera.
Figura 5: BOBEDA DE CAÑON OESTE
Figura 2: ABSIDE 1 ESTE PRESBITERIO
Figura 4: ABSIDE 3 SUR
Figura 3: ABSIDE 2 NORTE
ROSETONES
Cada uno de los ábsides tiene un rosetón en su centro uniendo los nervios de las bóvedas. Sus formas son diferentes, aunque
esto puede ser debido a las diferentes reformas realizadas.
FRISOS O CORNISAS
En todo su perímetro, la ermita hay tres frisos o cornisas a diferentes alturas, de diferentes tamaños y con diferentes
decoraciones. En ambos frisos se utiliza de forma distinta la ornamentación arquitectónica de taqueado simple que dio hasta
finales del siglo XI.
Figura 10: FRISO SUPERIOR
Figura 8: ÁBSIDE 1 – NORTE
Figura 11: FRISO MEDIO
Figura 9: Cornisas
Figura 6: ÁBSIDE 3 SUR
Figura 12: FRISO INFERIOR
Figura 7: ÁBSIDE 2- ESTE PRESBITERIO
COLUMNAS
La ermita, en la confluencia de las dos naves, tiene cuatro columnas adosadas sobre los que descansan las cornisas y los arcos de los absides de tres caras vistas y rematadas con capiteles foliáceos en dos de sus caras.
Las columnas tienen dos caras de las mismas medidas y una más pequeña.
A simple vista cumplen todas las características de cualquier tipo de columna, pero si nos fijamos en las uniones de estas con los
muros, da la sensación de que están superpuestas y que no son columnas como tales. Habría que hacer una cata en alguna de
ellas para ver realmente como son y de qué tipo.
Se da el caso en algunas iglesias que este tipo de columna son mas bien trapantojos para decorar la unión de los muros.
CAPITELES
Los capiteles de las columnas son de tipo floraceo.
En el románico, a menudo, se utiliza para la ornamentación de los capiteles los caulículos, vástagos que salen de entre las
hojas que adornan el capitel, y se enroscan hacia los ángulos formando volutas.
Si nos fijamos en la representación plasmada en cada uno de los capiteles, nos damos cuenta que no hay ninguna igual. En
algunas las diferencias son mínimas que pueden ser debidas a las restauraciones realizadas.
Al igual que en el resto de elementos de ornamentación, no se tiene en cuenta en este trabajo el tema la utilización de pinturas de diferentes colores, ya que se han realizado sin mucho criterio y se desconocen lo originales.
ANAGRAMA DE LA VIRGEN MARÍA
En el techo de la entrada, debajo del coro, hay un anagrama de la Virgen María.
Tiene forma de medallón y en su cabecera hay un casco medieval con plumero y en su parte inferior hay una concha de vieira,
semejante al distintivo usado por los peregrinos del camino de Santiago.
Resulta raro, ya que esta simbología empieza a aparecer en el Códice Calixtino del siglo XII.
Es muy posible que el anagrama de la virgen se pusiese con posterioridad a su construcción.
PILA DEL AGUA BENDITA
Según se entra a la derecha se encuentra la pila del agua bendita, tallada en piedra de una sola pieza.
En la parte superior de la pila está el baso, casi circular, gallonado con segmentos convexos en forma de gajos recogidos alfinal del vaso por una corona labrada, de la que sale un manojo de grandes hojas tras la que se esconde la cara de una persona.
TEJADOS
La nave central tiene el tejado cuadrado a cuatro aguas, los ábsides tiene el tejado semicónico y la nave de entrada, tiene tejado a dos aguas.
Tanto en el tejado de la nave central, como en la de entrada se observa cornisa de piedra roja y con adornos.
Como remate de los aleros del tejado tienen un trozo de teja curva en forma de cuerno, que desde muy antiguo y según parece de procedencia china, servían para proteger de los espíritus del agua y del aire que se acumulaban en los tejados, una antigua superstición que todavía perdura.